Reconozco que nunca me vi demasiado rellenita, al menos de cintura hacia arriba, pero detesto mis piernas... Son demasiado gordas y no quedan bonitas, así que Ana me está ayudando a volverlas preciosas.
La semana pasada fui a pesarme y daba 49.3, y hoy dio 48.6... Sé que es muy poco pero tened en cuenta que ha sido en una sola semana, y que como lo menos posible...
Ya que estamos en el tema, debo decir que mis padres están muy encima mia y controlan mucho mi comida, porque ellos quieren que sea una gorda...
Es complicado tener una amistad con Ana en estas situaciones, pero aún así lo estoy logrando con buenos resultados. He conseguido hacer entre dos y tres comidas al día:
-La M.M (media mañana) que es lo que me llevo al colegio para que nadie sospeche de mi. Suele ser media manzana a la que le doy un par de mordiscos y cuando la gente se distrae, la tiro a la basura o simulo que se me cae (esto último sólo se puede hacer una o dos veces para que no sea sospechoso)
-La comida. Aquí es donde menos puedo hacer, porque mis padres están muy pendientes de mi. Lo máximo que hago es servirme poco y beber mucha agua para sentirme saciada antes.
-La cena. Esto lo estoy haciendo muy poco, e intento quitarlo de mis comidas, pero cuando no puedo evitarla de ninguna manera me tomo un tazón de cereales integrales (los suficientes para que el cuenco parezca estar lleno, pero sin estarlo) con un poco de leche desnatada o entera, según encuentre.
No necesito más que eso para estar bien todo el día. El problema está a la hora de la merienda... Todas sabemos que esa es la peor hora del día, porque es cuando sientes más hambre, pero lo que nos hace ser fuertes a las princesas es nuestro autocontrol, ¡así que sed fuertes, chicas (y chicos)!
Y recordad:
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